Un día en la Fundación Delia Morán Vidanta

Gael ama el deporte. Su clase favorita es la de taekwondo y su sueño es convertirse en jugador profesional de futbol soccer. Gael cree que la Fundación le ha dado las habilidades necesarias para alcanzar sus metas no solo en los deportes, sino en la vida. Poco a poco, él ha aprendido la importancia del respeto y la amistad y aplica estos valores cada día en la escuela.

A Jonathan le encanta el idioma coreano y el taekwondo –un deporte que nunca había practicado antes de venir a la Fundación. Además de adorar los deportes, el sueño más grande de Jonathan es convertirse en veterinario. Él está agradecido porque ha adquirido nuevas habilidades como tocar el teclado. Jonathan cree que lo más importante que la Fundación Delia Morán Vidanta le enseña a las familias y a niñas y niños son los valores.

El sueño de Tamara es ser poeta, y le emociona compartir sus textos con sus compañeras y compañeros de la Fundación. Su clase favorita es Inglés, pues le fascina aprender nuevos idiomas. Tamara cree que la Fundación Delia Morán Vidanta no solo ayuda a las niñas y los niños a aprender cosas nuevas como danza aérea o natación, sino que también ayuda a los padres a involucrarse más en las vidas de sus hijas e hijos.

Ángel tiene muchas clases favoritas, entre las que se encuentra lectura, tenis de mesa, matemáticas, natación y danza. No resiste las ganas de bailar cuando escucha jazz en la Fundación y desea aprender sobre canciones y coreografía. A Ángel le gustaría convertirse en abogado para defender a gente inocente y sabe que las clases de la Fundación lo ayudarán a alcanzar su meta.

Para Jonathan es difícil mencionar cuál es su clase favorita porque ¡todas la encantan! Su sueño es ser veterinario y oceanógrafo, ya que siente un gran amor por los animales. Desde que viene a la Fundación, Jonathan ha aprendido a ser honesto, tolerante, y sobre todo, se ha abierto a aprender nuevas cosas. Él cree que la Fundación Delia Morán Vidanta puede ayudar a las niñas y los niños a tener un futuro feliz, mejorar su comportamiento y unir a las familias.

Petter considera que la Fundación no es una escuela normal. Para él, es un lugar hermoso en donde niñas y niños pueden aprender mientras juegan y reciben lecciones divertidas. Le gustaría ser jugador de futbol soccer o basquetbol y ama las clases de deportes porque le ayudan a concentrarse y a tener más energía y fuerza. Petter cree que la Fundación Delia Morán Vidanta enseña habilidades y valores que pueden ser compartidos con niñas, niños y las generaciones que están por venir.